domingo, 27 de abril de 2008

Historia Antigua de Roma


Se conocen restos de colonias instaladas en las colinas de Roma datadas entre los años 1000 adC y 800 adC.
La historia de la Roma Clásica puede dividirse en tres periodos claramente diferenciados:
La Monarquia Romana (753 adC - 509 adC): La ciudad-estado de Roma es originalmente gobernada por un rey (rex), aconsejado por un comité de ancianos llamado Senado (Senatus).
La Republica Romana (509 adC - 27 adC): Tras la expulsión del último rey, Roma se constituye en una República gobernada por una serie de magistrados escogidos anualmente por los ciudadanos romanos de entre los notables que forman el Senado (que es quien detenta el poder de facto).
El Imperio Romano (27 adC - 476 dC): El gobierno de Roma y todos sus dominios está nuevamente en las manos de una única persona, que no toma el título de rey, sino que gobierna bajo la apariencia de las instituciones republicanas. Es el princeps (título civil) o imperator (título militar).
El erudito historiador español Mariana dejó escrito lo siguiente:.. pues los cimientos de la ínclita ciudad de Roma, la cual de pequeños principios ,con el tiempo se hizo señora del mundo
Fundación de Roma (753 adC)
La fundación de Roma está recogia en dos leyendas principales, la referida a Eneas, el héroe Troyano y la referida a los gemelos Rómulo y Remo. Los historiadores romanos trataron de unificar ambas en un único relato coherente de su fundación. No es posible precisar la fecha exacta, que podría estar entre el 751 adC y el 754 adC. La mayoría de autores establecen como fecha de la fundación de Roma el 753 adC y a pesar de que en el 21 de abril celebraban las fiestas Palilias como aniversario de la Fundación de Roma, este hecho no descansa en ninguna tradición importante, sino que procede, al parecer, de las fiestas pastoriles que tenía por objeto la purificación de los hombres y de los animales cuando lo exigía el establecimiento de nuevas colonias.
Según las referidas tradiciones, Eneas llegó a ser yerno de Latino y los latinos y troyanos se confundieron en un solo pueblo y Ascanio, hijo de Eneas, fue el fundador de Alba Longa y después de su muerte su hijo Julio fue investido de la dignidad sacerdotal, mientras que Silvio, hijo de Eneas y de Lavinia, fue el fundador de la dinastía albana de los Silvios.
La creencia de la anterior leyenda y el origen troyano de una parte del pueblo romano, estaba muy arraigado en Roma durante la Primera Guerra Púnica y así el Senado como los pueblos griegos la utilizaron repetidas veces para sus fines políticos, mucho antes que tal tradición hubiese sido poéticamente explicada y consagrada por Virgilio.
No menos legendaria es la pretendida historia de la fundación de Roma y la leyenda atribuye a la casa de los Silvios una duración de 400 años. Muerto el rey Procas de Alba, su hijo Amulio usurpó el trono a su hermano mayor Numitor y obligó a la hija de este, Rea Silvia, a entrar en el colegio de las vestales, imponiéndole una virginad perpetua. Pero Rea tuvo dos hijos del dios Marte. Madre e hijos fueron arrojados al Tíber, entre cuyas aguas halló la primera la muerte y los segundos, Rómulo y Remo, salvados milagrosamente y sacados del río junto al Palatino, fueron cuidados por el favor de los dioses, alimentados por una loba, animal consagrado a Marte y recogidos por un pastor del rey, viniendo a ser con el tiempo los vengadores de su madre y los fundadores de la ciudad de Roma.
Otros historiadores se limitan a decir que en época muy antigua fundaron Roma los latinos y rechazan como fabulosas las leyendas y las tradiciones que la Antigúedad nos había transmitido y así dice Herzberg que puede ser considerada la residencia arcadia como un mito nacido y desarrollado en la fiesta romana de las lupercales.
Pretenden otros que Roma debió su origen a una colonia que procedente de Alba Longa, se estableció en el Bajo Tíber pero solo se sabe positivamente que aún los romanos más antiguos era latinos y el rey Latino, cuya dominación sigue a los dioses-reyes, que fue el héroe éponimo de los latinos, fue al decir los antiguos mitos romanos y griegos, el soberano que durante su reinado dió ásilo a los restos de los troyanos, que capitaneados por Eneas habían escapado de las ruinas de Ilión.
En cuanto a la fabulosa idea de la Fundación de Roma por una colonia de pastores, por emigrantes de Alba y por los audaces aventureros de Italia Central con todas sus consecuencias, simplemente carecen de fundamento racional.
Para otros estudiosos de la Fundación de Roma, aparece muy aceptable la conjetura de que la raza romana de la raza latina, fue el miembro más joven de la misma y de que en esta parte de la comarca del Lacio se desarrolló la vida municipal mucho antes que en otros varios puntos del centro de Italia, siendo difícil según Herzberg, como y cuando los itálicos, que como labradores y pastores se establecieron en esta comarca, lograron levantar una ciudad. Solo en un punto coinciden la mayoría de los investigadores de la Fundación de Roma y es que en ella se mezclaron los latinos y los sabinos.
En cuanto el origen de la vida en la ciudad romana se encuentra en el célebre monte Palatino, en el cual se construyeron los primeros templos y se celebraron los primitivos cultos religiosos de los romanos. Este monte era una de las varias prominencias peñascosas de la campiña romana y estaba de tal manera formado por la naturaleza que sólo sus paredes inaccesibles, en el estado que tenía el arte guerrero de aquellos tiempos, bastaba para la necesaria defensa militar de sus habitantes.
A pesar de esto, se construyó en su falda una muralla en forma de cuadrilátero, cuyos restos servían aun a los emperadores, época en que aun estaba marcado con mojones el trazado del antiguo "Pomérium" de aquella "Roma Cuadrata", es decir, la linea de terrenos sagrados, así como el interior y exterior de los muros, sobre los cuales estaba prohibido edificar.
Acerca de la gradual extensión de la ciudad desde las fortificaciones del Palatinado y desde la construcción de los arrabales no amurallados hasta la importante muralla debida a Servio Tulio, algunas opiniones coinciden en lo siguiente:
Por un lado se establecieron poco a poco alrededor de la ciudad del Palatino una serie de residencias de ella dependientes, debidas, en parte, al aumento natural de la población y en parte a las inmigraciones de los latinos, que habían visto sus pequeñas ciudades vecinas destruidas por los romanos.
Estas ciudades, anteriores que en cierto modo habían sido transportadas de otros lugares, se alzaban alrededor del Palatino en la parte meridional que después ocupó Roma, en el Cermalo, en el Velia, es decir, en la colina que unía el Palatino con el monte Esquilino, en las tres alturas de este, en el valle que se extiende entre el Quirinal y el Esquilino y por último en el monte Celio.
El monte Tarpeyo y el Aventino fueron también posesión de los romanos palatinos.
Por otro lado se tiene por seguro, que ya de muy antiguo, frente a la ciudad palatina, residencia de los "montani", se alzó otra en la parte septentrional, que fue las de los "colini".
Una extensa montaña con cinco preeminencias (Viminal, Quirinal, Salutar, Mucial y Latiar) fue el asiento de esta segunda ciudad, cuyo centro, castillo y culto residía en el Quirinal.
Despues de la fusión de los habitantes palatinos con los quirinales, aun sin tener en cuanta su situación sobre colinas y estribaciónes de montañas, no presentó aquel importante golpe de vista que nos ofrece la mayoría de las ciudades etruscas y no poco de la helénicas que se levantaban en las playas occidentales del Asia Menor, ya que las casas de los romanos tenían aun en tiempos de Pirro, rey de Epiro, los techos de tablillas y las habitaciones no eran más que pobre chozas de tierra o ramaje, siendo, eso sí, las fortificaciones en determinados puntos imponentes. Rompían la monotonía de aquella serie de casas en cuya construcción para nada había intervenido el arte, los muchos lugares sagrados, los innumerables altares de piedra o de tierra o los campos, pantanos y terrenos de pastos que en varios lugares se veían.
Pero dicho lo anterior, el pueblo que fue creciendo en este suelo, asimilándose los elementos afines, este guerrero pueblo de quirites, de soldados y de vigorosos hombres libres, se nos presenta desde un principio como un pueblo escogido y en su origen encontramos ya dos elementos distintos entre sí política y socialmente.
Los Reyes de Roma
Según la tradición, son siete los reyes de Roma (incluyendo a Rómulo como primer rey):
Rey
Reinado tradicional
Rómulo 753 adC-716 adC
Numa Pompilio 715 adC-674 adC
Tulo Hostilio 673 adC-642 adC
Anco Marcio 642 adC-617 adC
Lucio Tarquinio Prisco 616 adC-579 adC
Servio Tulio 578 adC-535 adC
Lucio Tarquinio el Soberbio 535 adC-510 adC

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